En Austin, Texas, las señales fluorescentes escolares solucionaron un eterno problema.
Cada invierno era la misma historia. Tan pronto con las escuelas de Austin abrían, las llamadas telefónicas inundaban la oficina del ingeniero de tránsito: “¿Cuándo vas a colocar más señales?” “No hay suficientes guardias escolares laborando” “¿Que tal si equipas los guardias con linternas para estas oscuras mañanas?” “Necesitamos señales intermitentes, ¡eso es!”. Sigue leyendo La historia de las señales fluorescentes