Las señales de tránsito aparecen en muchas formas, como octágonos y pentágonos, diamantes y trapezoides. Parece que se sacrifica la uniformidad en favor de un sistema de combinar y mezclar. Esto es porque cada forma envía una señal diferente al cerebro. Cuando vemos señales viales de diferentes formas, nuestro cerebro nota un patrón y el mensaje que se envía se reconoce con facilidad. Formas con ligeras curvas, por ejemplo, como círculos y óvalos sugieren un mensaje más amigable que los bordes dentados y las puntas agudas del octágono y del diamante.
El Ministerio de Transportes es, en consecuencia, muy 
específico con las formas individuales y diversas para cada señal. El Manual de Dispositivos para el Control del Tránsito Automotor (MCTA) del Ministerio de Transportes define la simbología de las formas. Por ejemplo, el octágono es un tipo de mezcla entre un cuadro y un círculo, que sugiere poder y complejidad. De igual manera, no es sorpresa que el MCTA mande que la señal de pare, tal vez la señal de tráfico más importante, sea no sólo un octágono, sino también un rojo sangre. La combinación de ambas alerta de forma inmediata al cerebro de algo suficientemente peligroso que justifique parar.
De igual manera, las señales viales con forma triangular o de diamante son, como manda el MCTA, utilizadas para indicar alerta y peligro y reflejan inestabilidad y conflicto. A menudo, estos signos son amarillo o rojo brillante para mayor visibilidad y para enfatizar la naturaleza estridente de la forma.
Por otro lado, las señales circulares u ovales son suaves a los ojos y se utilizan en señales de vigilancia comunitaria y cosas por el estilo. Sin un comienzo ni un fin, generalmente significan integridad, seguridad y comodidad. Entonces, no es de extrañarse por qué las señales circulares indican comunidad y seguridad, mientras que los círculos ligeramente cuadrados (óvalos) se utilizan generalmente con matices amigables o educados.
Los rectángulos y los cuadrados son formas simples con ángulos rectos que expresan orden, familiaridad y seguridad. La forma tradicional también permite flexibilidad: el MCTA designa a estas formas todo tipo de señales regulatorias y de orientación.
Diferentes formas impactan nuestro cerebro de forma única. Tal vez de manera inconsciente, el cerebro humano percibe la profundidad y las formas de manera extraña. Cada forma imparte un sentimiento diferente y comunica un mensaje diferente. Al alinear estas percepciones con señales de tráfico y de seguridad vial, las personas pueden comprender mejor el signo del mensaje sólo por la forma. Al reconocer estos patrones, las personas pueden subconcientemente entender mejor cómo interactuar con el entorno y ganar una comprensión innata del flujo de tráfico en la carretera.
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Muy buena publicación.